Su excusa para no avisarnos de los radares es un insulto a nuestra inteligencia.
No, la Generalitat no quiere sacarte hasta el último euro, no. ¡Cómo se le puede haber ocurrido a alguien!
¡Qué va! Al contrario, en el noupaís ya no habrán multas de tráfico porque, ¿recuerdan?, todo será gratis y además tendremos helado de postre cada día.
La decisión del conseller Jané de esconder la ubicación de los radares móviles no tiene nada que ver con el afán recaudatorio de un gobierno incapaz de gestionar sus recursos para el bien de todos los catalanes y cuya única prioridad es romper la convivencia entre catalanes.
¡Serán malpensados! El motivo para esconder la ubicación de los radares no es poner más multas, sino ¡protegernos de la amenaza yihadista! Por cierto, en la actualidad la Generalitat dispone de 11 radares móviles, pero al acabar el año espera disponer de 30.